La rotación de fases es una práctica común en las instalaciones eléctricas. Consiste en que el instalador altera el orden de conexión de las cargas a las fases, de modo que las cargas monofásicas se distribuyan de forma homogénea.
Esto puede resultar especialmente beneficioso en determinadas configuraciones eléctricas, ya que evita la sobrecarga de unas fases concretas cuando hay otras que aún disponen de mucha potencia sin usar.
Funcionamiento de la rotación de fases
En la carga de vehículos eléctricos (EV), algunos EV solo funcionan con carga monofásica, dado que su cargador de a bordo (OBC) es limitado. En estos casos, a pesar de que el cargador del EV sea compatible y se haya instalado con una carga trifásica, el EV solo cargará con una monofásica.
La carga trifásica es más rápida que la monofásica (con la misma corriente), pero, en determinadas ocasiones, la carga monofásica puede bastar para cargar vehículos si el periodo de tiempo es lo suficientemente largo. Por ejemplo, los conjuntos de viviendas se enfrentan a retos importantes a la hora de distribuir los cables de alimentación eléctrica por el parking. La creación de circuitos monofásicos es una forma sencilla de controlar los costes mientras se instalan múltiples punto de recarga. También está bien dimensionado para las necesidades de los clientes, ya que la carga nocturna ofrece tiempo suficiente para «llenar» la batería y sigue siendo la forma más barata de cargar vehículos eléctricos.
Cuando se trata de supermercados o gasolineras, sin embrago, los conductores de vehículos eléctricos necesitan recuperar el mayor porcentaje de batería en el menor tiempo posible. Y es aquí donde entra en juego la rotación de fases.
Imaginemos que disponemos de tres puntos de recarga en la misma red de gestión de recarga instalados en un sistema trifásico. Supongamos ahora que todos los puntos de recarga se están utilizando a la vez para cargar vehículos monofásicos. Si los tres cargadores están instalados en el mismo orden (fase 1 – fase 2 – fase 3), esto significaría que hay una carga total potencial de 30 A en L1 (dado que la carga total se limita a la capacidad monofásica de la red), mientras que L2 y L3 están completamente en desuso (figura 1). Además, cada cargador carga únicamente a 10 A, ya que la potencia máxima disponible en cada fase es de 30 A, y tienen que compartir la potencia disponible entre la red de gestión de recarga.
En este escenario, la instalación para EV no está equilibrada, y la potencia disponible se malgasta. Para contrarrestar la situación y poder realizar la carga a máxima velocidad, tendremos que equilibrar la corriente entre las tres fases.
Aquí es donde puede ser útil la rotación de fases. Si los cargadores de EV se instalan con las fases en otro orden, las sesiones de carga monofásica se distribuirán entre las fases, lo que tendrá como resultado una carga equilibrada y una optimización de la velocidad de carga de cada carga monofásica (figura 2).
Mejoras adicionales
Si quieres optimizar las prestaciones energéticas de tu infraestructura de recarga o tienes la intención de ampliar tu red actual, también podrías plantearte la posibilidad de incorporar los sistemas Static Load Management o Dynamic Static Load Management.
Si necesitas más información sobre el diseño de una instalación con varios cargadores o tienes alguna pregunta sobre la rotación de fases, no dudes en consultarnos mediante nuestro formulario de contacto y nuestros expertos te asesorarán sobre las mejores soluciones disponibles.